El relato de horror

El relato de horror

$120,000

Precio del taller.
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Categoría:

Coordinación

Gonzalo Carranza

Duración

Abril a junio de 2026

Destinatarios

Jóvenes y adultos interesados en explorar el mundo del relato de terror.

La propuesta

El curso se propone acompañar a los alumnos en la escritura de un cuento de horror. El trabajo va a partir de una reflexión acerca de algunos de los relatos más importantes del género y de las particularidades estéticas de sus autores. Las consignas de escritura también partirán de esos cuentos. Nuestra aproximación al horror va a permitirnos plantear también algunas cuestiones fundamentales en el arte de la narrativa. Las clases van a detenerse en el análisis de los mecanismos formales que provocan en el lector las emociones que caracterizan al género. Intentaremos entonces reflexionar acerca de cómo se construye una sorpresa o cómo se incrementa la tensión en un relato, para después trasladar esas conclusiones a nuestras propias prácticas de escritura.

Las características de la cursada

El taller estará dividido en cinco clases asincrónicas en las que se planteará una breve reflexión sobre un relato de horror y, finalmente, se propondrá una consigna de escritura que ponga en juego algunos de los conceptos de esa reflexión. Las respuestas a las consignas se comentarán en un foro abierto, y las reescrituras de estos primeros textos podrán recuperarse en las próximas consignas.

El itinerario de las clases

Clase1. Poe: el horror gótico y el cuento moderno

Cuento: “La máscara de la Muerte Roja”

Poe plantea que un cuento debe intentar provocar un solo efecto en el ánimo del lector. Los relatos de horror que escribió hace casi doscientos años ponen en acto esta concepción. Los escenarios góticos y el retrato de sus personajes anticipan el horror que cierra la historia. “La máscara de la muerte roja” se propone como un itinerario que finaliza en una particular forma de justicia. ¿Qué papel juega en este trayecto la arquitectura? El efecto desbastador del final sorpresivo solo es posible porque el lector tiene elementos previos para juzgar la verdadera naturaleza del intruso que se burla de la soberbia del Príncipe Prospero.

 

Clase 2. P. Lovecraft: La construcción del monstruo moderno

Cuento: “Lo innominable”

Los relatos que Lovecraft publicó en revistas populares de las primeras décadas del Siglo XX sentaron las bases del horror tal como lo conocemos en la actualidad. Sus tramas combinan la imaginación gótica con elementos de la ciencia ficción y, en menor medida, del policial. La amenaza proviene del pasado, pero también de los paisajes de las geografías lejanas y de sus habitantes que, muchas veces, tienen la mala idea de desplazarse hacia el centro civilizado. El cuento “Lo innominable” comienza con un diálogo entre un escritor de horror y un “ortodoxo de la vida diurna” que se desprecia la fantasía. El monstruo que cierra el relato está construido con elementos que parecen provenir de tradiciones literarias muy distintas. Los cuernos remiten al relato tradicional mientras que la gelatina nos hace pensar en la ciencia ficción que, por entonces, dominaba la fantasía popular. El mal, como suele ocurrir en la obra de Lovecraft, es una consecuencia de la mezcla y la hibridez.


Clase 3. Shirley Jackson: El monstruo se parece demasiado a mí

Cuento: “La lotería”

La narrativa de terror de Shirley Jackson deja de lado tanto la imaginería gótica del Siglo XIX como las imágenes truculentas de la ciencia ficción. La amenaza que plantean muchos de sus relatos no proviene de aquello que nos resulta extraño o revulsivo, sino de un mundo en el que podemos reconocernos. “La lotería” narra la ejecución de un rito sangriento que, sin embargo, se despliega en un escenario agradable y luminoso.  Aquí también la trama se articula en un trayecto, pero el paisaje no anticipa el escándalo del desenlace. El lector va a encontrar en la conducta de los personajes los indicios que permiten el juego entre sorpresa y reconocimiento que parece caracterizar al género.


Clase 4. Stephen King: El horror como costumbrismo

Cuento: Abuela.

La obra de Stephen King vuelve a situar sus tramas en escenarios cotidianos, pero recupera la imaginería truculenta y la apelación a lo sobrenatural que caracterizaron al horror tradicional. Incluso hay quienes piensan que la popularidad de su literatura se debe más al retrato que hacen sus obras de la vida norteamericana que a los elementos de terroríficos que sostienen sus tramas. “Abuela” nos muestra que los detalles realistas vuelven más verosímiles los estereotipos del género. Las maldiciones ancestrales y los cultos impíos también pueden esconderse en el hogar de un niño demasiado pequeño para quedarse solo en casa.
 

Clase 5. Mariana Enriquez: Horror y política

Cuento: La casa de Adela.

Las narraciones de horror de Mariana Enriquez retratan personajes y lugares de nuestro medio, pero han sido incorporadas al canon de un género que, a excepción de unos pocos autores, no reconoce otra lengua que el inglés. Tanto sus cuentos como su novela, Nuestra parte de noche, siguen el camino de Stephen King, pero también advertimos un acento en la representación de las fuerzas políticas y económicas que, a veces, son tan desbastadoras como las sobrenaturales. “La casa de Adela” vuelve sobre el tópico de la casa encantada, pero también narra el deterioro de un barrio del Gran Buenos Aires y las dificultades de crecer en un territorio que ya no reconocemos como propio.